miércoles, 30 de noviembre de 2011

La poesía olvidada. Parte I: Granada. De Mikhail Arkadyevich Svetlov

Buenas noches. Llevo ya un tiempo fijándome en que, en general, en España se estudia poesía siempre a-revolucionaria o contra-revolucionaria. De mis ya pasados años en el instituto no recuerdo haber leído ningún poema en relación a esos temas, sino más bien poemas de amor o de carácter social apenas reformista. Los autores españoles involucrados en la Guerra Civil, la República, etc. u otros autores extranjeros revolucionarios, a menudo son ignorados. Debido a mi pasión por la escritura, he decidido publicar aquí periódicamente (a razón de 1 vez al mes aproximadamente) uno o varios poemas de escritores poco difundidos en nuestra educación básica, para que así conozcáis más el mundillo de la poesía, y os animéis a profundizar más en estos temas.

El primer poema que cito para inaugurar esta sección es de Mikhail Arkadyevich Svetlov. Este poeta de nacionalidad rusa nació en 1903 y murió en 1964. En su carrera como poeta, se estableció como uno de los más destacados poetas soviéticos de la época. Por cualquier historiador o profesor de literatura es bien sabido que el periodo de surgimiento de la URSS dio como resultado colateral un auge cultural impresionante, entre el cual se dio un gran auge de la poesía. Muchos autores empezaron a escribir, maravillados e ilusionados por la revolución proletaria. Mikhail Svetlov, de forma concreta en este poema, titulado "Granada", nos narra la muerte de un compañero que, según dice el poema, visitó la ciudad de Granada, y ayudó a sus habitantes en la lucha campesina por la tierra. 

El poema presenta una estructura y composición que resulta extraña para los lectores occidentales, y resultado de dicha estructura es en parte que lo haya reproducido yo aquí. No tiene desperdicio alguno. Por último, he de decir que fue traducido al castellano por R. Alberti, otro gran poeta de nuestra historia. Espero que os guste.

Granada (de Mikhail Arkadyevich Svetlov)

Lentos cabalgábamos
hacia los combates,
y entre nuestros dientes
iba “Manzanita”.
Y esta canción hoy
permanece y tiembla
en la hierba joven,
jade de la estepa.
Pero otra canción
sobre un país lejano
llevaba mi amigo,
sola, en su caballo.
Cantaba mirando
su suelo natal:
-¡Granada, Granada,
Granada mía!
Iba repitiéndola
siempre, de memoria.
¿Dónde halló este mozo
la pena española?
Dime tú, Alexándrovsk,
y dime tú, Járkov:
¿Cómo comenzasteis
a hablar castellano?
Respóndeme, Ucrania:

-¿No guardan tus henos
la gorra de piel
de Tarás Shevchenko?


Amigo, de dónde
viene tu canción:
¡Granada, Granada,
Granada mía!
Es un soñador,
lenta es su palabra.
-Hermano, en un libro
me encontré a Granada.
Su nombre es muy bello,
su gloria es muy alta.
Es una provincia
en el sur de España.
Me fui a guerrear,
dejando mi casa,
para dar la tierra
a los de Granada.
Adiós, mis parientes,
adiós, mi familia…
¡Granada, Granada,
Granada mía!
Ibamos soñando
para aprender pronto
la lengua de fuego
de las baterías.
El sol se elevaba,
cayendo de nuevo.
Se rinde el caballo
de andar por la estepa.
Pero en los violines
del tiempo, la tropa
tocaba con arcos
tristes “Manzanita”.
¿Dónde está mi amigo,
dónde, tu canción:
Granada, Granada,
Granada mía?
Herido, su cuerpo
se deslizó a tierra,
dejó su montura
por la vez primera.
Vi: sobre el cadáver
se inclinó la luna
y los labios muertos
dijeron: Graná…
El destacamento
no advirtió su pérdida.
Y vio “Manzanita”
el fin de la guerra.
Nunca más oyeron
los pueblos natales:
-Granada, Granada,
Granada mía.
Solo por el cielo,
resbaló, despacio,
de lluvia una lágrima
al sol del ocaso.
Y nuevas canciones
inventó la vida…
No, no hay que afligirse
por ellas, muchachos.
No, no hay que, no hay que,
no hay que, compañeros…
¡Granada, Granada,
Granada mía!

domingo, 20 de noviembre de 2011

LAS ELECCIONES EN ESPAÑA

LAS ELECCIONES EN ESPAÑA

Las elecciones en España son cosa curiosa. Cuando yo pregunto a mis conocidos y amigos (a mis compañeros no hace falta, se de qué palo tiran) me encuentro con que la inmensísima mayoría de ellos no están contentos con la situación actual en lo referente a las elecciones. Y un gran porcentaje de ellos me afirman que no van a caer en la trampa, y que pasan olímpicamente de votar al PSOE o al PP. Sobra decir que entre mis amigos y conocidos no incluyo sólo a jóvenes, sino también a personas de más edad, que no por ello dejan de ser amigas mías. Lo mismo pasa con otras personas que manifiestan su opinión vía Internet o papel, ninguna (o casi ninguna) parece satisfecha con  la actual ley electoral, y casi ninguna afirma que va a votar al PSOE o al PP. Y sin embargo…¡¡Tachan!! Hoy conecto la televisión en TVE (la opción predeterminada) y se me aparece un discursito del señor Rajoy, que, muy contento por ganar las elecciones, afirma que “el pueblo me ha elegido”, que “el pueblo ha hablado” o que “el pueblo cuenta conmigo”. Espera…algo falla. ¿Acaso todas las personas a las que yo conozco son unos malvados rojos? ¿Me mienten todos solo para tenerme contento, y después, a mis espaldas, van secretamente a votar a Rajoy mientras silban con malicia el Cara al Sol?. Lo dudo seriamente. Es más, lo niego. Como decía una ex-profesora mía, ya se cómo caza la perra.

En general, cuando uno observa los resultados electorales con detenimiento, se le vienen a las mientes las mismas preguntas que he descrito arriba. Inmediatamente saltan voces que anuncian el triunfo mesiánico de la derecha, o, por el contrario, que se lamentan de la estupidez de los españoles, que nuevamente votan al mismo partido que les precocinó la crisis y les causó atentados con sus guerras. No son del todo ciertas ninguna de las voces. Para comprender lo que ha pasado en las últimas horas, me dispongo a dedicar una breve explicación a esto. El lector debe disculparme si no me expreso con las formas que me son propias o si cometo algún error, pues estoy escribiendo esto de forma improvisada y son prisas. Se que esto no está del todo bien, pero es comprensible, puesto que estoy en medio de una interesante temporada de exámenes.

Dividiré la explicación en varias partes. Primeramente, me gustaría adjuntar dos tablas caseras que he hecho, mostrando los datos de las pasadas elecciones de 2008 y las actuales de 2011. Estas tablas son las mismas que el lector puede encontrar en cualquier lado. Sin embargo, me he tomado la libertad de añadirle algunos cálculos de mi propia cosecha: primeramente, he calculado el porcentaje de votos que cada partido tendría si el voto en blanco / nulo o abstención fueran computables. El lector notará que el % de votos de cada partido se reduce considerablemente si tenemos en cuenta a todos los votantes españoles y no solo a los que nos interesa que cuenten. A continuación, he anexionado el número de diputados que debería tener cada partido si se asignaran los escaños de una forma directa, es decir, a razón de un escaño por cada X votos para todos los partidos por igual. También he repetido esta operación teniendo en cuenta el voto de todos los españoles (es decir, incluyendo las abstenciones y demás) Por último, he escrito un breve resumen numérico del porcentaje de votos que los partidos han gorroneado, así como el número de diputados de más (o de menos) que tiene cada partido en relación con los que deberían tener si aquí se hicieran unas elecciones democráticas. A continuación, pego las susodichas tablas:

1. Resultados de las elecciones de 2008:

2. Resultados de las elecciones de 2011:
http://imageshack.us/photo/my-images/197/resultadoselecciones201.jpg/ (Edito aquí: como bien he dicho, estoy muy cansado y he hecho esto muy deprisa. En el título de la tabla he puesto 2010 cuando era 2011. Mil disculpas por el error, aunque supongo que todos lo habréis entendido)

He tenido la suerte de contar con algunos compañeros que han visto estos resultados antes de que los publique ahora aquí. Si reacción ha sido memorable. ¡¿Pero cómo puede suceder esto?! ¡Esto es una dictadura! ¿Cómo nos pueden timar así? Era seguramente lo que pensaban. La respuesta a estas preguntas requiere de una explicación, muy breve, de tres puntos básicos de nuestra legislación:

1. La ley electoral. Es innecesario, yo creo, a estas alturas, que la explica. Como todos ya sabemos, la Ley D`Hont es un método matemático que permite que, cuanto más votos se obtienen, más diputados se sacan. De esta forma, el reparto de escaños no es democrático pues, si se combina esta ley con los dos siguientes factores, se obtiene que una pequeña cuadrilla de partidos se llevan todo el Parlamento cuando no les ha votado la mayoría de la población.

2. La Constitución actual, concretamente en sus artículos 68 y 69, da una serie de claves que permiten perfilar más todavía el asunto. Ya que estamos analizando el Congreso, citaremos el artículo 68 (que es el que hace referencia al Congreso), concretamente el sub-artículo 68.2, que es el que nos interesa en particular:
La circunscripción electoral es la provincia. Las poblaciones de Ceuta y Melilla estarán representadas cada una de ellas por un Diputado. La Ley distribuirá el número total de Diputados, asignando una representación mínima inicial a cada circunscripción y distribuyendo los demás en proporción a la población
Este artículo lo que estipula es que, si un partido tiene sus votos reunidos en una sola provincia, tiene más peso que si tiene la misma cantidad de votos repartidos por todo el país. En el caso de CiU y IU, el primero tiene a la mayoría de sus votantes en Catalunya, mientras que el segundo los tiene por toda España. Esta es la razón por la que CiU, pese a tener menos votos, tenga mucha más representación.

3. El porcentaje de exclusión. Nuevamente, la Ley Orgánica 5/1985, esta vez en su artículo 163.1.a), expresa lo siguiente:
No se tienen en cuenta aquellas candidaturas que no hubieran obtenido, al menos, el 3% de los votos válidos emitidos en la circunscripción

¿Qué significa esto? Significa que, si un partido no consigue el 3% de votos en su circunscripción no tiene derecho a presentar candidatura. Un partido cuyos votantes estén muy repartidos en todo el país no podría presentarse, mientras que un partido con menos votos que el anterior pero que estos estuvieran concentrados en una única circunscripción sí que podría presentarse.

          Conociendo estas tres cosas, el lector seguro que ya puede comprender el por qué de estos resultados y el por qué de estas injusticias. El sistema electoral español garantiza una partitocracia en la que dos partidos, elegidos mediante elecciones amañadas, tengan el control absoluto del país, ya que la separación práctica de poderes en España es nula (como bien reconoció un ex-ministro del PP hace bien poco). De esta manera, este sistema se muestra como algo podrido, semi-dictatorial e injusto. Es incompatible defender la democracia y defender este sistema, como también lo es considerar que estas elecciones han sido democráticas. El pueblo no ha elegido a sus representantes. Por ende, esto no es un gobierno del pueblo. Conclusión: España no es una democracia. A echarse a reír todos.

¿Qué cosas son destacables de estas elecciones? Lo primero de todo, tranquilidad, no es necesario un suicidio colectivo. Los que deberían y de hecho están preocupados con estas elecciones son los votantes del PSOE, que han visto como su partido sufría el mayor descenso de su historia. Los demás compañeros y compañeras, tranquilos. Lo primero, no nos dejemos engañar: la victoria del PP no es consecuencia de un aumento masivo de votos hacia ellos, como quieren hacernos creer. El PP apenas ha aumentado un mínimo su porcentaje de votos. La explicación de su victoria reside en la bajada histórica del PSOE. Los votos que estos han perdido han ido a parar a otros partidos minoritarios (porque la abstención tampoco ha aumentado en demasía) Tanto IU como UPyD como el resto de partidos minoritarios ha sufrido un crecimiento enorme. Esto indica una conclusión muy buena, y es que la izquierda por fin se está renovando. Este proceso de renovación consta de dos partes, una primera disgregación de la población hacia todos lados, que ya está llegando, y una posterior unificación de la izquierda en un frente potente, que conquiste de nuevo el poder. Así ha sido y la historia lo demuestra. El pueblo se da cada vez más cuenta de que el PSOE no es más que otro títere de los mercados y deja de confiar en él. Es tarea de nosotros, los comunistas, el explicar al pueblo ahora en qué consiste nuestra ideología y derribar falsos mitos y creencias. Solo así conseguiremos reunificar de nuevo a la izquierda bajo un mismo techo y conducir al pueblo español hacia el camino del progreso y la igualdad.


              ¿Qué rumbo debemos tomar a partir de ahora? Primeramente, debemos plantearnos la cuestión de si es o no posible derrotar al trío PP-PSOE-CiU en las elecciones. En mi opinión, la respuesta es que no, ya que debemos tener en cuenta las circunstancias propias de España. El Gobierno titiritero de turno siempre se asegura su posició mediante la propaganda electoral masiva, la manipulación televisiva (véase Telemadrid, un medio controlado por Esperanza Aguirre) y las alianzas con otros partidos de su calaña. ¿Acaso duda el lector de que PP puede aliarse con PSOE para seguir en el poder? ¿No se aliaron ya para cambiar nuestra tan “democrática” constitución? De modo que háganse todos a la idea, esta situación se debe cambiar y se cambiará en la calle. Nuestra tarea no debe ser otra pues que reforzarnos. La izquierda en estos últimos años se ha disgregado, y ahora vaga sin rumbo por el panorama político, sin madre, sin futuro. Es el deber de los comunistas dar a estas personas algo por lo que luchar. De sobra es conocida por nosotros nuestra ideología, y nosotros ya sabemos que todos esos mitos de que defendemos quitar las casas a la gente, de que apoyamos genocidios y demás son falsos. Pero eso no lo sabe la población. Debemos pues decírselo, educarla, despertar en ella la conciencia de clase y unirnos todos bajo una misma manera. Estas elecciones son buenas para nosotros, pues nos brindan una oportunidad de oro para rearmar a la izquierda. De modo que continuemos nuestra lucha por el socialismo y la cultura. Todos juntos, da igual el partido. Lo único que importa son las ideas. ¡Por la revolución intelectual, que nos lleve a todos a un cambio electoral democrático!

sábado, 19 de noviembre de 2011

La Doctrina del Shock, de Naomi Klein

LA DOCTRINA DEL SHOCK


Hace ya un tiempo leí una entrada en el blog de un compañero, llamado armatumente@blospot.com (recomiendo que lo visitéis, por cierto) un tema similar al que me dispongo a exponer hoy. El documental que muestro debajo de este texto está basado en el libro The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism, de Naomi Klein. 

El documental tiene un gran valor y peso argumentativo a mi parecer. En él, resume de forma muy clara una explicación sobre la metodología de reformas neoliberales, de tal forma que estas sean aceptadas. El método, cocinado por el econominista Milton Friedman y por sus seguidores en Escuela de Economía de Chicago, consiste en someter a la población del país a una situación de desconcierto y terror, bien mediante guerras, golpes de Estado u otros métodos para, en medio de esa confusión, introducir en el país las reformas liberales que, de introducirse sin este método, resultarían en un gran descontento popular.

Sin más os cuelgo el documental. Espero que os guste.


martes, 8 de noviembre de 2011

MANIFIESTO DE APOYO A LAS COMPAÑERAS DE ENFERMERÍA DE LA UAM


MANIFIESTO DE APOYO A LAS COMPAÑERAS DE ENFERMERÍA DE LA UAM

Hoy me gustaría publicar, de forma apresurada (disculpadme, pero estoy en período de exámenes) acerca de la terrible situación en la que estudian los alumnos de enfermería de la Universidad Autónoma de Madrid, con sede en el Hospital La Paz. En el hospital La Paz se encuentra ubicada la Facultad de Medicina, un extenso campus de varios edificios, con aulas capaces de alojar a más de 170 personas cada una. Recubierta de verde, la Facultad de Medicina también consta de una gran biblioteca, Internet Wifi, cafetería… A apenas 5 minutos andando se encuentra la Escuela de Enfermeras, un edificio que pertenece al Hospital La Paz. Allí estudian las compañeras de enfermería. La situación en este edificio estos días es la siguiente: no tienen biblioteca, Internet ni cafetería, por lo que tienen que depender completamente de la Facultad de Medicina para estos servicios. Hasta aquí es comprensible. Lo que no es tan comprensible y roza el surrealismo y la incoherencia es que este edificio tampoco tenga calefacción, lo cual, en pleno invierno, es un inconveniente bastante destacable. Las compañeras de enfermería dan clase tiritando de frío, con abrigos, mantas, etc. La escuela también carece de espacio para todos los estudiantes, de tal forma que apenas caben en las clases (alguno tiene que sentarse en sillas que traen de fuera) En cuanto a un proyector para estudiar con diapositivas, como se hace en todas las facultades, tampoco tienen. Para poder ver diapositivas las estudiantes tienen que ceder sus portátiles personales al resto de la clase. En cuanto a la pizarra, también carecen de ella, lo que hace totalmente imposible dar una clase universitaria en condiciones. Lo más destacado es que, en esta Escuela, ¡¡cada cierto tiempo se derrumba el techo!! Concretamente el año pasado se derrumbó el techo de la biblioteca. La mala gestión que se hizo al respecto ha causado que este año, hizo apenas unos días, se volviera a derrumbar el techo, esta vez, además, en las clases. Afortunadamente no hubo ningún herido. Con esta situación, estudiar en esa Escuela se hace complicado y peligroso.

Un alumno de Medicina abona anualmente 1300 euros para poder disfrutar de todas las ventajas y servicios que la Facultad de Medicina la ofrece. Los alumnos de enfermería pagan a la UAM…¡¡¡1300 euros también!!! Nótese que los alumnos pagan a la autónoma y no reciben servicios por entero de la autónoma, sino también del Hospital La Paz. La Facultad y la Escuela están casi al lado la una de la otra, se tarda apenas 5 minutos en llegar. Los alumnos de enfermería llevan tiempo ya exigiendo soluciones, entre las que se encuentra su reubicación a la Facultad de Medicina, reubicación que la administración de ésta deniega porque “no hay espacio”. Por supuesto, no dan ninguna prueba de esta falta de espacio, y si uno se aventura a pasearse por la Facultad, descubrirá que hay muchas aulas vacías, ya que el total de cursos de medicina que dan clase suele oscilar entre 6 y 12, y entre seminarios (clases con capacidad para 60-80 personas) y aulas (con capacidad de entre 160-200 personas) suman 16. Y eso sin contar con otras posibles ubicaciones donde podrían alojarse alumnos en caso de masificación, como una capilla que, recordemos, está instalada en una Universidad Pública del Estado Español, que, recuerdo, no es confesional.

Por todo lo descrito parecería que nos encontramos en otro país. ¿Cuba quizás? Ah no, que allí la gente tiene techo y, de hecho, salen de los profesionales de la salud mejor cualificados del mundo. No, que va, esto pasa en España, y además en su capital, Madrid, que lo hace todavía más condenable. Los recortes a la educación, la tacañería y la mala gestión por parte de la Comunidad de Madrid (responsable indirecta de la situación de las compañeras enfermeras) son alarmantes y, desde luego, deben ser denunciadas. Las compañeras de enfermería ya han iniciado su valiente lucha contra una administración que las oprime y las niega cualquier derecho (hasta hace poco no tenían ni voz ni voto tampoco), y que vive anclada, en lo que en esto se refiere, en la moral médica del siglo pasado. Solo faltaría que obligaran a nuestras compañeras a acudir con cofia y falda hasta las rodillas (o hasta los pies, no sea que les incomode a los religiosos de la capilla). Desde aquí, animo a todo el que pueda a que apoye y ayude a nuestras compañeras, demostrando de esa manera la solidaridad y la lucha por la educación, los derechos y contra la opresión injusta que los comunistas hacemos nuestra.

La educación es la base, y la base en este caso es una ciénaga. ¡¡Por una educación digna, todo nuestro apoyo a las estudiantes

martes, 1 de noviembre de 2011

Un "pequeño" detalle muy esclarecedor

UN "PEQUEÑO" DETALLE MUY ESCLARECEDOR



Reconozco que no estoy al día. Cosas de los exámenes, que ya llegan y claro, uno se despista necesariamente de unas cosas para concentrarse en otras. Es lógica básica, si tenemos 24 horas al día, 5 de ellas se van en dormir, 1 en las comidas y pongamos otra en asuntos domésticos y privados, nos quedan 17 horas de actividad. Si el estudio nos exige normalmente 8 o 9 y, de golpe, pasa a exigirnos 14, es comprensible y normal que desconectemos, por fuerza inherente a dicho cambio, de otros aspectos de la vida, como puede ser la propia meta-existencia. ¡¡Y en mi caso creo que es patológico señores, pues yo pensé que vivía en una democracia y creo que, sin que me de cuenta, han dado un golpe de estado!! ¡Si que estoy atontado que no he notado mucho el cambio!


Pongámonos serios. Quería comentar de forma rápida una noticia que he sabido hoy al mediodía acerca de Grecia y su futura e incierta gestión económico-política. Pero, antes de empezar el discurso, quisiera dejar caer inocentemente dos definiciones de esa base de datos tan común y usada como es la RAE:


---Democracia: "Doctrina política en favor del sistema de gobierno en que el pueblo ejerce la soberanía mediante la elección libre de sus dirigentes"


---Dictadura: "Fuerza dominante, concentración de la autoridad en un individuo, un organismo, o una institución, generalmente:" (4º acepción)


Pues bien, resulta que el señor Papandreu ha comunicado hoy la llegada de un futuro referendum vinculante para que el pueblo griego decida si desea o no que se le rescate (rescate: véase eufemismo de dar dinero a cambio de reformas que exploten y empobrezcan al pueblo). Ante este comunicado, que todavía ni se ha hecho efectivo, la reacción nacional e internacional ha sido impresionante. Los políticos y "eminencias" varias han calificado esta acción de "irritante", "sorprendente" "extraña" y, en todo caso, muy desfavorable. Es decir, que es muy mala noticia que un pueblo ejerza la democracia ("el pueblo ejerce la soberanía", recuerdo, está en la RAE) mientras que es buena noticia que el sistema ejerza una dictadura (vuelvo a recordar, ausencia de voto de las personas para decidir sobre su destino, pues este está controlado por una "fuerza dominante", que son los mercados) 


De modo que tenemos un caso curioso, si, pero también muy esclarecedor. Ya no es que el pueblo griego actúe bien o mal, eso no nos lo estamos planteando. Lo que se están plantando los políticos es que el pueblo actúe o no actúe. Y, como ya se ha visto, la mayoría tira más hacia lo segundo. Regla número uno del sistema capitalista actual: el mercado siempre tiene la razón. Regla número dos: NADIE ejerce el control sobre el mercado. Y eso, queridos lectores, se llama DICTADURA DEL CAPITAL.


Me despierto ahora delante de los apuntes. ¿Habrá sido todo un sueño? Enciendo la tele y veo las noticias. Zapatero, Rubalcaba, Rajoy...todos vuelven a hablar de nuevo de democracia, y de lo maravillosamente justo y democrático que es este país y esta unión europea en general. ¿Habrá sido un sueño? Tanta dualidad de personalidades me deja atónito. Bueno, no pasa nada, como ya hemos terminado que invadir Libia, siempre nos queda mandar a los ejércitos de la OTAN a asesinas a Papandreu para iniciar una transición a la dictadura...perdón, a la democracia.

domingo, 23 de octubre de 2011

EL ORIGEN DE LAS MIGRACIONES MODERNAS: CONFERENCIA DEL ECONOMISTA ARCADI OLIVERES


Quisiera poner a disposición de mis lectores una conferencia del economista A.Oliveres. No necesita reseña alguna. Se trata de una conferencia muy pedagógica, clara y sencilla de comprender. Recomiendo a todos que inviertan un poco de su tiempo (esto si que es invertir y no desperdiciar como se hace con la recapitalización bancaria) en ver el vídeo. Dura 17 minutos y requiere de una escucha crítica y atenta. Sin embargo, considero que lo que se expone en ella es CRUCIAL para entender muchos aspectos de la sociedad actual. Que disfrutéis la conferencia:


jueves, 20 de octubre de 2011

EL INDUCTIVISMO VULGAR EN NUESTRO MOVIMIENTO: UN PROBLEMA EN AUGE


EL INDUCTIVISMO VULGAR EN NUESTRO MOVIMIENTO: UN PROBLEMA EN AUGE

I

Hablábamos en anteriores escritos de un fenómeno muy extendido socialmente llamado inductivismo vulgar (Recomiendo al lector que lea mi anterior artículo: La crítica anti-marxista actual: del inductivismo vulgar al pensamiento crítico antes de empezar la lectura de este, pues el presente artículo contiene elementos teóricos que fueron explicados en el citado). Comentábamos la importancia de destruir este método mediante una labor argumentativa y meta-argumentativa focalizada a la población posible de aplicar. Esta lucha por el pensamiento crítico frenará el avance oportunista de tergiversación del marxismo y permitirá una mejor difusión de éste. Sin embargo, si enfocáramos la causa de la dificultad de expansión de nuestro movimiento en los elementos oportunistas y reaccionarios externos a este y en la inculcación del inductivismo vulgar en las masas, si limitáramos nuestro análisis y lucha a estos fenómenos externos a nuestro movimiento nos estaríamos engañando a nosotros mismos. Estaríamos sesgando nuestra concepción de la realidad y no lograríamos nuestro objetivo. Existe un problema mucho mayor y más acentuado que el inductivismo vulgar externo al movimiento, y es el inductivismo vulgar interno a nuestro movimiento. Mientras que el primero tiene, como ya habíamos comentado, consecuencias meramente obstructivas de nuestro pensamiento (bien sea por la tergiversación de éste, bien por su ocultación), el segundo caso nos plantea problemas mucho más graves que se suman a la obstrucción del movimiento. Estos problemas son la escisión improductiva del movimiento y la destrucción del movimiento. Conviene señalar la diferencia entre obstrucción y destrucción. Obstrucción de la expansión de nuestro movimiento implica una disminución del crecimiento de este entre la población. Destrucción del movimiento implica que nuestros compañeros, que ya comparten y forman parte de nuestro movimiento, dejan de serlo y se pasan a las filas reaccionarias o enemigas. Así pues son tres las consecuencias generales del inductivismo vulgar interno a nosotros. Explicaremos más detalladamente estas consecuencias en el apartado II, mientras que dedicaremos el apartado III a exponer públicamente a los inductivistas vulgares marxistas, para que el lector pueda identificarlos a partir de ahora. El apartado IV se destinará a abordar posibles soluciones a este problema, susceptibles siempre de ser mejoradas.

II

A medida que nos adentramos más en el pensamiento y formas de actuar de nuestros compañeros, notamos la presencia de inductivistas vulgares entre estos. La metodología que utilizan estos individuos ya fue explicada en el anterior artículo La crítica antimarxista actual: del inductivismo vulgar al pensamiento crítico, por lo que vamos a omitir la explicación teórica del funcionamiento de este. Expongamos cada una de las consecuencias derivadas de este método, que son, recordemos, la escisión improductiva de nuestro movimiento, la destrucción de este y la obstrucción inherente a ambos del pensamiento marxista.

¿Qué significa escisión improductiva del movimiento? Bien, escisión del movimiento es la división de este en ramas, en categorías enfrentadas entre sí por determinadas cuestiones de índole teórico o pragmático. No todas las escisiones son improductivas, sino que algunas resultan de la depuración del movimiento, depuración necesaria para el avance de este y que Lenin sintetizó con la frase “Un partido comunista se fortalece depurándose” La escisión del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso en Bolcheviques y Mencheviques es un claro ejemplo de escisión productiva. Una escisión entre marxistas revisionistas reaccionarios y marxistas revolucionarios es productiva en cuanto a que fomenta el avance del movimiento en vez de retrasarlo. Ahora bien, ¿es igual de productiva una escisión entre marxistas partidarios de Lenin y partidarios de Rosa Luxemburgo pero no de Lenin? Y, más claramente, ¿es productiva una escisión entre marxistas partidarios del pensamiento lenista del estado, el pensamiento stalinista en cuanto a la cuestión nacional y el pensamiento maoísta de la revolución y marxistas partidarios del pensamiento lenista del estado, el pensamiento stalinista en cuanto a la cuestión nacional, pero no de la revolución maoísta? ¿Es productivo eso? La respuesta es claramente negativa. Veamos, es impensable concebir un movimiento marxista como un conjunto de compañeros con ideas exactamente iguales. Eso es lo que se conoce incorrectamente en el pensamiento popular como utopía, pero que no es más que una aberración positiva del pensamiento humano. Es siempre necesaria la variedad, pues a partir de esta un movimiento avanza y se renueva. Sin embargo, atención, este avance solo puede realizarse mediante la dialéctica deliberativa, que no es otra cosa que la exposición de una tesis a una antítesis para obtener una síntesis. Esta sencilla fórmula, fácil de comprender, se ve lógicamente destruida por la intrusión en esta de un método inductivista vulgar. Es innecesario explicar esto debido a la simpleza de esta introducción, que inhibe la creación de la síntesis por la presencia de un autoritarismo ideológico en la tesis. Luego, a falta de poder realizar una dialéctica deliberativa y conseguir, por lo tanto, un grupo heterogéneo pero funcional de compañeros, se obtienen dos escisiones dispares y enfrentadas.

La destrucción del movimiento no es sino una consecuencia lógica de la escisión de este. Esta destrucción vendrá dada por dos caminos. Por una parte, vendrá de la mano de los reaccionarios, oportunistas y demás inductivistas vulgares externos al movimiento. Estos buitres aprovecharán las escisiones originadas en el seno del movimiento para destruirlo por completo. ¿Cómo se realiza esto? El método no es fijo, y cada cual usa el suyo. Sin embargo, el más extendido y que más he observado consiste en la alianza temporal de estos oportunistas con una escisión no-inductivista vulgar (suponemos pues que solo hay un conjunto con esta característica) para destruir la escisión inductivista vulgar. Una vez anulada esta, los oportunistas serán superiores en fuerzas a la escisión no-inductivista vulgar, por lo que romperán su relación con estos y los destruirán. Es un método ruin que ya he visto en múltiples ocasiones en pequeños grupos de debate, cuyo porcentaje de marxistas se ve reducido casi en su totalidad mediante el clásico método de “divide y vencerás”
El otro camino bajo el cual se adviene la destrucción del movimiento no viene desde fuera, sino desde dentro. Exactamente, de la escisión improductiva del movimiento puede derivar la dominación de un grupo escindido sobre otro. Si este grupo dominante es el grupo inductivista vulgar, la destrucción de este es tarea sencilla para cualquier oportunista sensato, que abogará por la destrucción del autoritarismo de este grupo como una escusa para la destrucción del mismo.

            Queda por explicar la última consecuencia de lo que estamos comprobando que es una epidemia mortal para cualquier movimiento, y es la obstrucción del desarrollo del movimiento, que viene determinada por las dos anteriores consecuencias. No necesita apenas explicación, ya que es evidente que de la escisión de un movimiento o la destrucción de parte de este no puede derivar otra cosa que la obstrucción de la difusión de su pensamiento. Pensemos que será mucho más difícil que dos profesores nos enseñen si están peleándose entre ellos que si actúan de forma coordinada. De la misma manera sucede con el movimiento. Vuelvo a hacer énfasis en la escisión productiva, que no tiene nada que ver con esta, que deriva del inductismo vulgar, y que, lejos de obstruir la expansión del movimiento, la aceleran.

III

Hasta ahora hemos profundizado más o menos en las consecuencias de la intromisión del inductivismo vulgar entre nuestras filas. Es hora de exponer dónde están las prácticas inductivistas en nuestro movimiento. En general, los argumentos inductivistas vulgares giran en torno a varias temáticas fijas. Dedicaremos las siguientes líneas a exponer algunas de estas líneas argumentales, dando ejemplos improvisados o tomados de las palabras escritas de algún compañero en la red.

Un punto muy frecuente donde se agrupan gran cantidad de argumentos inductivistas vulgares es el punto de las categorías marxistas existentes. El lector conocerá seguro multitud de ramificaciones de la teoría marxista: m-l, maoísta, castrista, Juche, etc.. Aquí abundan argumentos inductivistas por doquier, todos con afán de justificar e imponer la propia ideología. Marxistas-leninistas afirman que su ideología es el verdadero marxismo. Partidarios de Stalin niegan cualquier defecto de su gobierno. Frente a ellos, defensores de Trotsky no hacen sino alabar todas las virtudes de este en contraposición con todos los aspectos de Stalin, que son horrorosos. Críticos de Lenin ignoran cualquier aspecto de su teoría, puesto que todas ellas son dignas de la más ardiente hoguera. Defensores a ultranza de Mao se enfrentan con otros que afirman que China nunca fue comunista. Partidarios de Corea del Norte parece afirman conocer a fondo este país. Y un largo etcétera. Todos estos inductivistas aportan datos sesgados y premeditados para defender sus ideas. Realizan un salto inductivo brutal, que consiste en negar una rama ideológica entera por una acción o conjunto de acciones determinadas. Un ejemplo: los marxistas inductivistas vulgares antiestalinistas utilizan como argumentos las “escandalosas y horribles” matanzas del gobernante para afirmar que todo lo que saliera de su boca o de su puño (en forma de palabras) es erróneo y no debe ser escuchado. Algunos incluso llegan al extremo de afirmar que no debe ser ni permitida su difusión. Muy lejanos y adelantados en cuanto a coherencia están aquellos compañeros que, sin renegar de su ideología (no estoy defendiendo una fusión feliz de todas las ramas marxistas) la defienden con argumentos pensados y estudiados, y están abiertos siempre a la crítica y a nuevas propuestas que no sean de su ideología. No sería la primera vez que coincidiera, siguiendo con el ejemplo anterior, con algún compañero detractor de Stalin que, sin embargo, comparta las ideas expresadas por este en su libro El marxismo y la cuestión nacional. ¿Es esto traicionar a la propia ideología? No. Esto es progresar intelectualmente usando la dialéctica.
Otro tema frecuentado usualmente por los inducitvistas vulgares es el tema de los partidos comunistas en España. Bien es cierto que en este país tenemos una situación peculiar (como en tantas cosas) en cuanto a partidos se llaman, pues tenemos más de un partido comunista. PCE, PCE (m-l), PCPE… No voy a entrar ahora a calificar a cada partido u organización comunista, pues no viene a cuento. Aquí los inductivistas vulgares se relamen los bigotes…y ya la tenemos otra vez. Partidarios del PCE que defienden que el PCPE es un partido autoritario y excluyente, votantes del PCPE que critican a los otros por ser unos vendidos, afiliados al PCE (m-l) que van a su rollo porque, según ellos, los demás partidos son unos extremistas para uno u otro lado, miembros de organizaciones que están en desacuerdo con el resto del mundo que no sea de su pensamiento estricto… en fin, todo un circo. ¿Defiendo nuevamente aquí la fusión feliz de todos los partidos y organizaciones comunistas españolas en un único partido de vanguardia? La respuesta sigue siendo no. Aunque sí que es posible englobar a un conjunto de estas fuerzas más próximas ideológicamente, rechazando evidentemente a los oportunistas y los vendidos al capital, en una coalición o unión bajo unos puntos comunes. ¿Es posible así mismo concebir que un miembro del PCE no sea un vendido, o que un miembro del PCPE no sea un terrorista autoritario? Pues mi opinión en que sí, por muy extraño que pueda parecer, el conjunto de miembros de un partido no es nunca homogéneo. Un claro ejemplo de avance supone aquí la unión de Unión Proletaria con el PCPE, efectuada hace unos pocos días, bajo un documento conjunto pactado.
Polémica es también la historia, especialmente la soviética y la cubana, y aquí se vuelven a enzarzar los inductivistas vulgares en nuevas peleas. Defensores de absolutamente el 100% de las medidas tomadas en la ex-unión de repúblicas socialistas soviéticas, sin excepción (y sin información). Detractores también del 100% de las medidas adoptadas por ese país alegan incluso que no era socialista. Defensores a ultranza del régimen de  los Castro en Cuba afirman que es falso que exista cualquier privación de la libertad allí, y que se trata de una especie de paraíso socialista mundial. Detractores de Cuba cuya dejan claro que su visión de esta se acerca más al de un infierno genocida en el que si no llevas una hoz y un martillo pintados en la pasta de las gafas eres objeto de encarcelamiento y torturas hasta la muerte por parte del estado cubano. Y no nos metemos ya con China o Corea del Norte, pues la URSS y Cuba son ejemplos mucho más claros y que se dan continuamente. Y tenemos lo mismo de siempre, una panda de borregos pegándose para ver quién tiene razón, cuando todo inductivista vulgar está inherentemente equivocado no ya en sus conclusiones (que también suele estarlo) sino en sus formas. Y alguien propone ¿y si tomamos los aspectos buenos de cada país y los aplicamos a nuestra forma de pensar? Y ese alguien rara vez es escuchado.
Como puede apreciar el lector, la cantidad de casos que se pueden dar para estas prácticas inductivistas ronda el infinito y roza la pesadez. Polémica entre revolución pacífica/violenta, entre la dictadura del proletariado/no dictadura del proletariado (si, la hay, aunque parezca extraño), entre régimen de Partido único y pluralidad de partidos…y dentro de poco habrá polémica hasta entre si nos referimos a Marx como Karl o como Carlos. ¿Se da cuenta el lector de la enorme expansión de esta enfermedad inductivista en nuestro movimiento, y a cuántas partes de éste afecta? ¿No parece evidente la gravedad del mismo, consecuencia de dicha extensión, que ha llegado ya a echar raíces en nuestra ideología? ¿No parece entonces primordial, totalmente necesaria la lucha y eliminación de este cáncer de nuestro movimiento?
IV

Abordemos pues posibles soluciones a este problema. La actuación ante este problema no es la misma que la que propuse para el inductivismo vulgar en personas no-marxistas. Mientras que para estos aconsejé focalizar la lucha en la eliminación del método entre la población e “ignorar” (en la medida de lo posible, no siempre) a aquellos elementos inductivistas autoritarios que sabemos de antemano que no van a cambiar su opinión, la actuación ante el inductivismo vulgar en nuestro movimiento debe ser bien distinta. Debemos nuevamente focalizar nuestra lucha, si, pero esta debe ir dirigida ahora a nuestros propios miembros, no a la población no-marxista. Es evidente que nuestra tarea consiste en erradicar éste método, pero dicha erradicación debe realizarse con extrema cautela, pues puede desembocar en una escisión enorme e improductiva entre nuestras filas, cosa que no nos interesa por lo expuesto anteriormente. Luchar contra la escisión escindiéndonos improductivamente sería hipócrita e insensato. Distinguiremos pues dos casos. El primero es el de aquellos marxistas inductivistas vulgares que recurren a este método porque no conocen otro, por comodidad o por ignorancia. Su caso suele ser el de una persona, generalmente joven, que, indignada por la situación actual, ve una salida en nuestro movimiento y se abraza desesperadamente a él, como un cachorro lo hace a su madre. Es un caso comprensible, pero que debe cambiar.

Otro caso distinto a este y que se da con una frecuencia menor es el de aquellos inductivistas vulgares que recurren a este método por decisión propia. Marxistas vulgares, como se les ha definido dentro de la taxonomía marxista. Rescato a continuación un fragmento del escrito Necesidad histórica y papel del individuo en la historia del compañero F. Umpiérrez Sánchez, que dice lo siguiente:

Al marxismo se le ha criticado por multitud de lados. Uno de ellos es por su determinismo. Se le atribuye al marxismo la afirmación de que la economía determina la superestructura política e ideológica. Se le atribuye igualmente al marxismo el principio de que el individuo no es nada y la determinación social lo es todo. Se le atribuye en suma al marxismo la negación de la autonomía de la conciencia y la negación de la libertad individual. ¿Pertenecen estas ideas y principios al marxismo? Esta pregunta tiene una respuesta doble: pertenecen al marxismo vulgar, pero no pertenecen al marxismo originario [añado: porque el marxismo es científico y no entonces dogmático]. Muchos marxistas leninistas, a quienes les encantan las palabras muy sonoras, bajo la supuesta defensa de la filosofía marxista, defienden en el fondo una concepción del mundo mecanicista y unilateral. Las palabras que emplean los marxistas vulgares son las mismas que las que emplearon los marxistas clásicos, pero los conceptos son distintos.

 A modo de ejemplo, citaré el primer párrafo del texto de dicho compañero:

El pensamiento de los grandes clásicos de la filosofía y de la política sufre por parte de sus herederos y supuestos representantes toda suerte de tergiversaciones, adulteraciones y vulgarizaciones. La vulgarización se produce fundamentalmente por el esfuerzo de algunos popularizadores de simplificar y hacer entendible al público de masas las grandes ideas. Pero de ese modo lo que hacen es liquidar la complejidad y profundidad del pensamiento que popularizan. Y después ocurre que los detractores de aquel pensador, llámese por ejemplo Ilích Ulianov, no someten a crítica su pensamiento originario, sino el pensamiento vulgarizado por los terceros. Y derribando las ideas vulgarizadas, los detractores del pensamiento leninista creen estar derribando sus ideas originarias (el subrayado en los dos textos es mío)

¿No es acaso este un ejemplo de inductivismo vulgar? Un inductivismo vulgar que toma fuentes no primarias (vulgarizadas) y, sin realizar una lectura crítica de ellas, argumentan en contra de ellas para después, mediante su salto inductivo, eliminar el conjunto de la ideología. Tenemos pues un caso de marxismo vulgar inductivista [vulgar, pero omitimos este tercer calificativo por razones estéticas] frente al anterior caso de marxismo inductivista vulgar, fruto de la ignorancia, de la indignación o de la desesperación. Debido a esta distinción de intenciones, las actuaciones ante los marxistas inductivistas vulgares y los marxistas vulgares inductivistas debe ser, lógicamente, distinta.

Cuando abordamos el tema de la actuación ante los marxistas inductivistas vulgares nos viene a la cabeza el método de actuación dialéctico y educativo. En efecto, ante estos marxistas nuestra tarea debe ser la de animarlos y conducirlos por el buen camino mediante la dialéctica y el diálogo con ellos. Las escuelas marxistas improvisadas que derivan de la música, y el arte, los grupos de personas, la educación en organizaciones, etc. deben adquirir aquí un papel importante. Estos marxistas inductivistas vulgares suelen ser compañeros que se han introducido al marxismo de forma rápida y descuidada. Debemos, pues enseñarles a actuar con autonomía, inteligencia y autocrítica, es decir, a pensar críticamente, sustituyendo ese abrazo desesperado que mencionamos antes por un diálogo intelectual constante. Debemos, pues, sustituir su inductivismo vulgar por el pensamiento crítico. Debemos eliminar esa vaguería que impide a estas personas adentrarse en nuestra ideología y sustituirla por un afán de conocimiento que las lleve a ser críticos y consecuentes.

La posición que se debe tener respecto a los marxistas vulgares inductivistas es bien distinta. Muy a mi pesar, veo como única solución productiva para estos casos la que ya ejemplificamos en los inicios de este artículo con aquella frase de Lenin que abogaba por la depuración como método de fortalecimiento y progreso. El destino de estos marxistas vulgares inductivistas no será pues otro que su eliminación de nuestras filas, bien por la escisión productiva natural resultante de nuestras discrepancias o bien por la escisión productiva obligada. Antes de terminar, quiero dar un apunte en lo referente a estos marxistas vulgares inductivistas que se engloba como un ejemplo práctico que ya he observado en repetidas ocasiones, y que puede generar confusión, por lo que veo necesario aclarar. Los inductivistas vulgares se encuentran sobre todo rozando dos extremos opuestos, uno que ya conocemos todos muy bien, el revisionismo, y otro que se conoce como dogmatismo. Definir estos conceptos es tarea sencilla, y no hay más que remitirse a la obra más famosa de Mao Tse-Tung para encontrar una definición aceptable, que reproducimos a continuación:

Tanto el dogmatismo como el revisionismo son contrarios al marxismo.  Inevitablemente, el marxismo avanzará, progresará con el desarrollo de la práctica y no permanecerá estático. Quedaría sin vida si se estancara y se estereotipara. No obstante, nunca se pueden violar los principios básicos del marxismo; violarlos es cometer errores. Es dogmatismo enfocar el marxismo desde el punto de vista metafísico y considerarlo como algo rígido. Es revisionismo negar los principios básicos del marxismo, la verdad universal del marxismo.

Ya conocemos entonces a qué hacemos referencia cuando decimos revisionismo y a qué cuando decimos dogmatismo. Pues bien, dentro de cada corriente abunda el inductivismo vulgar. El que estas corrientes estén enfrentadas no hace más que crear una contradicción de intereses entre ambas clases de inductivistas, lo que resulta en que unos se acusarán a otros de cosas que no son y, llegando más lejos, meterán en el saco del revisionismo o del dogmatismo a compañeros que no son ni lo uno ni lo otro, pues sus conceptos de revisionismo y dogmatismo, recordemos, no proceden del pensamiento crítico. Por lo tanto, mucho ojo y precaución, porque, aunque el revisionismo, como explica Mao, es más peligroso que el dogmatismo, no debemos caer en esta posición para destruir el primero, pues de lo contrario no podremos destruir el segundo. Cuidado con aquellos revisionistas que os tiendan su mano para derrotar a los dogmáticos y viceversa, no olvidéis que la mano que os tienden en un principio la apartarán después para conseguir sus propios objetivos. Nuestra crítica debe ser, como también concluyó el presidente Mao, plenamente razonada, analítica y convincente, y no burda, burocrática,  metafísica o dogmática.

Un último punto a señalar: realmente, la proporción de marxistas vulgares inductivistas frente a marxistas inductivistas vulgares es claramente favorable a los segundos. En nuestra lucha por depurar nuestra ideología de extremos improductivos y anticuados, no debemos nunca perder la cabeza y extenderla también a aquellos compañeros que más que falta de valores marxistas presentan falta de educación. De lo contrario, cometeremos un error gravísimo que acabaremos lamentando profundamente en un futuro, cuando nos veamos convertidos en dictadores férreos seguidos por un escasísimo número de compañeros que habrán perdido ya el estatus de masa ciudadana.

V

Concluimos finalmente lo siguiente: una de las causas por las que nuestro movimiento no cuaja entre la población es precisamente la falta de madurez de algunos de nuestros compañeros. En una sociedad como la actual, donde está de moda “ser rojo” y “ser comunista” es una posición más de rebeldía adolescente que de decisión ideológica, impera la necesidad de organizar y depurar nuestras filas. Nuestro mensaje debe ser serio y debe venir de la mano de personas serias. De lo contrario, veo muy difícil que nuestro movimiento avance, y dudo mucho que, en caso de hacerlo, lo haga en el buen sentido. Afortunadamente, muchos de nuestros compañeros han comprendido este asunto desde hace mucho tiempo y han dedicado su tiempo a educar a los integrantes de nuestro movimiento. No puede permitirse que existan marxistas que defiendan el régimen de Corea del Norte y afirmen a la vez que el marxismo pretende la fusión mágica de la burguesía y el proletariado en una clase única y perfecta. No es broma, este caso me lo encontré hace unos meses. No puede ser que haya marxistas que afirmen que lo son pero que su ideología no se puede aplicar porque ya no existe el proletariado, que también los hay y los he visto. No puede ser que haya marxistas que defiendan salir a la calle y quemar y matar a todo aquel que no se declare marxista, y que no sepan responder a una pregunta tan simple como qué es el plusvalor (¿debemos aplicar su método y acabar con su vida?) Todos estos casos se irá reduciendo a medida que nuestro movimiento se regenere en este país. No debemos pues sino acelerar esta tarea para garantizar un régimen socialista coherente en nuestro país. Educar antes de actuar, crear una vanguardia antes de hacer una revolución. Lo uno sin lo otro nunca funcionará. Hagamos, pues, que funcione.